lunes, 19 de marzo de 2007

WINSTON CHURCHILL, UN ICONO MUNDIAL

Winston Leonard Spencer Churchill ha pasado a la historia por su decisivo protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial. El primer ministro de Gran Bretaña resistió los sucesivos intentos de invasión de Gran Bretaña por parte de la Alemania nazi y, al final, logró derrotar a su enemigo junto a la ayuda de los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Tras una dilatada carrera como militar y político, el 10 de mayo de 1940 accedió a sustituir a Chamberlain como primer ministro una vez que Francia fue invadida por la Alemania de Hitler (al comienzo de la guerra había sido nombrado Primer Lord del Almirantanzgo). Churchill asumió al cargo en una difícil situación: Alemania había ocupado varios países europeos y amenazaba con invadir Gran Bretaña.El gran político inglés consiguió detener la ofensiva alemana y logró animar a un país que lo estaba pasando muy mal con los continuos bombardeos en Londres y otras ciudades británicas.
Sus discursos radiados causaron sensación con sentencias famosas como " no tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor"; así como cuando en plena Batalla de Inglaterra manifestó: "Nunca en el campo del conflicto humano, tanta gente le debió tanto a tan pocos". Churchill se refería a la frecuentemente heroica actuación de los pilotos aliados que ganaron dicha batalla. El pueblo y el ejército de la isla resistieron en aquellos días tan sombríos guiados por su carismático líder.

En 1941, con la entrada de la U.R.S.S. y U.S.A. en la guerra, Churchill formó la "Gran Alianza". La 2ª Guerra Mundial iba a dar un vuelco. Gran Bretaña había pasado lo peor. Poco a poco, los tres "grandes" consiguieron avanzar en los territorios conquistados por los alemanes en Africa, Asia y Europa. Así, en mayo de 1945, la Alemania nazi cayó derrotada. Un Churchill radiante celebró la victoria por las jubilosas calles londinenses.

Sin embargo, poco después, Churchill perdió las elecciones ante el Partido Laborista. Pero no se rindió y continuó en política. En 1951 volvió a ser primer ministro. Cuatro años más tarde, dimitió debido entre otras cosas a sus problemas de salud.
Churchill falleció el 24 de enero de 1965 cuando contaba noventa años. Su cuerpo permaneció en capilla ardiente en Westminster por tres días y el funeral se realizó en la catedral de San Pablo. Este fue el primer funeral en dicha catedral para un miembro que no pertenecía a la realeza desde que se le hiciera al Mariscal de Campo Lord Roberts of Kandahar en 1914. Cuando su féretro fue transportado por el río Támesis, todas las grúas estaban inclinadas en saludo. La Artillería Real realizó 19 disparos en honor a su posición de jefe de estado y 16 aviones de la RAF sobrevolaron Londres. El funeral propició la asistencia del mayor número de dignatarios en la historia de la Gran Bretaña, contando representantes de más de 100 países. Fue también la reunión más grande de Jefes de Estado hasta el fallecimiento del Papa Juan Pablo II en 2005. El pueblo británico se volcó en el adiós de Churchill.

Entre sus obras más famosas hay que destacar "La II Guerra Mundial" (6 volúmenes, 1948-1953), "Historia de los pueblos de habla inglesa" (4 volúmenes, 1956-1958) y sus "Memorias" (6 volúmenes, 1948-1954). En 1953, Churchill consiguió el Premio Nobel de Literatura y se le concedió el título de sir. En 1956, recibió el Premio Chalermagne, el cual otorga la ciudad alemana de Aachen a aquellos que más han contribuido a la causa de la paz en Europa. En 1959 se convirtió en Father of the House, es decir, el parlamentario con más años de servicios continuos en el Parlamento. Mantuvo esta posición hasta 1964, cuando se retiró de la Cámara de los Comunes. Por último, fue la primera persona en obtener la ciudadanía honoraria de Estados Unidos de Norteamérica en 1963.

Por último, citamos varias frases célebres de Winston Churchill, a saber:

- Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla.
- El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse
- La democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás.
- El diplomático es una persona que primero piensa dos veces y finalmente no dice nada.
- La alternancia fecunda el suelo de la democracia.
- El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes.
- La guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz.
- La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez.

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