UN CURIOSO LADRON POLACO

Un ladrón polaco inventó una táctica bastante extraordinaria para infiltrarse en las casas: se enviaba a sí mismo por correo para cometer atracos. Sin duda alguna, su idea es original y brillante, aunque sea para realizar el mal. Pero ya sabemos que, a veces, el ingenio se agudiza más para el mal que para el bien. En cierto modo, me ha recordado al Caballo de Troya.

Stanislaw Muchy, de 39 años, se especializo en robar oficinas. Se metía en una caja grande en la que escribía la dirección del edificio que le interesaba. Después de que el envío fuera llevado al lugar de destino, el ladrón permanecía en la caja hasta el fin de la jornada laboral. Por la noche salía de su escondrijo y cogía las cosas que quería llevarse consigo. Luego regresaba a la caja con lo saqueado y ponía otra dirección: la de su casa. Entonces, el envío era mandado directamente a su hogar.

La policía polaca durante mucho tiempo no podía entender cómo eran robadas varias oficinas ya que no encontró ninguna huella del delito. El ladrón fue detenido tras la denuncia de su cómplice que llevaba las cajas a la empresa de correos.

Cuando los policías supieron sobre el ladrón, bromearon "para arrestarle habría que enviar a nuestros agentes en cajas a las oficinas". Una cosa que aún no está clara en este caso es ¿por qué los trabajadores de las oficinas no abrieron tan extraño envío ni una sola vez?