La comida de alto contenido calórico puede ser tan adictiva como el tabaco o las drogas, según un estudio con ratas de laboratorio publicado en la revista científica Nature.
Aunque el descubrimiento no puede ser trasladado directamente a la obesidad en humanos, demuestra que un exceso de consumo de "comida basura" puede provocar respuestas adictivas en el cerebro. Esto es lo que les sucedió a las ratas con las que se experimentó el estudio, a las que se les comenzó a dar comida basura y que acabaron convirtiéndose en comedoras compulsivas.
Se sabe en efecto que a los adictos se les debilita la capacidad de activación de los circuitos cerebrales responsables del recuerdo de sus experiencias positivas, ya que dejan de desempeñar esas actividades por la gratificación que reciben de ella, sino que lo hacen de manera adictiva.
Cuando los científicos ofrecían a las ratas comida de alto contenido en calorías como beicon, salchichas o pasteles, junto a comida más sana -aunque menos apetecible- que forma parte de su dieta habitual, los animales optaban por la primera y engordaban así rápidamente.
Su sensibilidad al recuerdo de experiencias positivas también cayó en picado como les ocurre a los adictos a las drogas. Este debilitamiento de la respuesta a los recuerdos agradables persistió durante al menos dos semanas después de que dejaran de ingerir "comida basura".
Para desarrollar el estudio, los científicos adiestraron a las ratas para que dejasen de comer cuando una luz se encendiese porque, en caso de no hacerlo, recibirían descargas eléctricas en sus extremidades.
Aunque el descubrimiento no puede ser trasladado directamente a la obesidad en humanos, demuestra que un exceso de consumo de "comida basura" puede provocar respuestas adictivas en el cerebro. Esto es lo que les sucedió a las ratas con las que se experimentó el estudio, a las que se les comenzó a dar comida basura y que acabaron convirtiéndose en comedoras compulsivas.
Se sabe en efecto que a los adictos se les debilita la capacidad de activación de los circuitos cerebrales responsables del recuerdo de sus experiencias positivas, ya que dejan de desempeñar esas actividades por la gratificación que reciben de ella, sino que lo hacen de manera adictiva.
Cuando los científicos ofrecían a las ratas comida de alto contenido en calorías como beicon, salchichas o pasteles, junto a comida más sana -aunque menos apetecible- que forma parte de su dieta habitual, los animales optaban por la primera y engordaban así rápidamente.
Su sensibilidad al recuerdo de experiencias positivas también cayó en picado como les ocurre a los adictos a las drogas. Este debilitamiento de la respuesta a los recuerdos agradables persistió durante al menos dos semanas después de que dejaran de ingerir "comida basura".
Para desarrollar el estudio, los científicos adiestraron a las ratas para que dejasen de comer cuando una luz se encendiese porque, en caso de no hacerlo, recibirían descargas eléctricas en sus extremidades.
17 comentarios:
unas descargas de esas necesitaría yo de vez en cuando, que hay temporadas en las que me da por comer y no paro y casualmente o no, siempre es de la denominada comida basura.
Siento lo del atletico
Saludos
Tengo un burguer al lado de mi casa y muy de vez en cuando me permito el capricho de una hamburguesa, sé que mi colesterol lo sufrirá pero ¡a quién le amrga un dulce! (siempre que sea muy de Pascuas a Ramos) BESITOS Y SALUDITOS DESDE CÁCERES.
Yo creo que en lugar de un chute o el tabaco, mejor una hamburguesa ¿No?
Salud
Y con los peligros que tiene. Bueno, de vez en cuando no está mal, jajajaj..
y el encanto que tiene de vez en cuando de chorrear ketchup y mostaza por los dedos????Besos y feliz lunes Fernando
Sí, sí, además como te lo sirven rápido, estarías comiendo de eso una semana sin parar. No me extraña.
Buenos dias.
pues puede ser que sea cierto esto de que es adictiva, porque es un tipo de comida que siempre apetece!
Besitos
Supongo que dentro de poco veremos "la comida basura" dentro del grupo de las drogas blandas, junto con el tabaco y el alcohol.
Un saludo
¡Hola Fernando!
Estamos apañados, al final se nos va a poner cara de acelga. Me da igual que se adictivo, ya que no fumo y casi no bebeo, algún torrezno me tendré que comer alguna vez, y algo de chocolate tendré que disfrutar, porque si no vaya caca de existencia.
¡Un abrazo!
MIGUEL
Como en todo: moderación.
Y un buen bocadillo de calamares.
Y a mí que me gusta...
Procuro no caer en lla tentación...ahora con más motivo.
Menos mal que es uno de los pocos vicios que no tengo. A mí dame un buen chuletón o una fabada...
Si no, con la poca fuerza de voluntad que tengo, estaba ya en coma "grasístico".
Un beso. ¡Ya he vuelto! ¡Me han dado el alta!
Angelicas las ratas, que les dan de comer basurilla, y además, les meten unos corrientazos del copón...
:)
Besos, Fernando!
Eso es lo que han dicho en los telediarios, que el tabaco o la heroína, para ser exactos, pero yo ya lo sabía.
Si no crearan adicción, no tendríamos problemas con los regímenes, nadie tendría necesidad de saltarse la dieta, pero la carne es débil y el pecado está buenísimo, si no, no sería pecado, no?
besotes
Mmmm...entonces tendré que prepararme psicológicamente para que no me sorprendan las descargas..jajaa
Bueno, como de todo...bueno y malo..
Besoss!
Posiblemente uno de los secretos mejor guardados de los que manejan el cotarro sea esta cirncunstacia. También se dice que otros productos como las colas (Coca cola y Pepsi Cola) son adictivas. Y por eso tienen asegurado el consumo.
Un abrazo.
De vez en cuando, una hamburguesa no viene mal. El problema es hacer de ella la dieta habitual.
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