En la vida, uno puede pasar momentos maravillosos de la forma más sencilla posible. Es tan fácil como enchufar el DVD y poner una película como "Desayuno con Diamantes". Durante casi dos horas, uno disfruta, ríe, llora, piensa, reflexiona, viaja a su interior, se mete en la vida de los personajes, imagina, sueña, ...
No os voy a desvelar nada del argumento ni mucho del final, aunque supongo que varios habréis visto este clásico de la historia del cine rodado en 1961. Audrey Hepburn está sublime como Holly y llega a convertirse en un icono del cine cuando canta "Moon River" en una escena del filme. George Peppard brilla a gran altura como Paul y el resto de personajes cumple de forma excelsa; cada uno, aporta su toque especial.
Por supuesto, la banda sonora y la canción "Moon River" se llevaron dos Oscars. Y Audrey debió llevarse el Oscar a Mejor Actriz como ya había conseguido con su maravillosa interpretación en "Vacaciones en Roma".